viernes, 28 de mayo de 2010

CONSEJO 149. LA MUERTE Y LA FELICIDAD 3*

*Ver  La muerte y la felicidad 1 y 2.

Alguna gente pregunta: "¿Por qué los niños pequeños mueren?" La respuesta es simple. Ellos aprendieron en un período muy corto lo que uno tiene que aprender, lo cual pueden ser diferentes cosas. Hay una cosa que todos tienen que aprender antes de regresar  y es el amor incondicional. Si tú has aprendido y practicado esto, has aprendido la mayor lección de todas.
En esta presencia de luz, tienes que voltear a ver lo que fue de tu vida desde el primer día hasta el último. Con esta visualización de tu vida has alcanzado la tercera etapa. Conocerás en detalle cada pensamiento que tuviste, recordarás cada palabra, cada acto. Esta recapitulación es sólo una pequeña parte de tu conocimiento porque en este momento también conocerás todas las consecuencias resultantes de cada uno de tus pensamientos, palabras y actos. 
Dios es amor incondicional. Durante esta revisión de tu vida terrena no culparás a Dios por tu destino, sino que te darás cuenta de que tú mismo fuiste tu peor enemigo, debido a que te acusarás a ti mismo de haberte negado tantas oportunidades para crecer. 
Ahora sabrás que hace mucho tiempo, cuando tu casa se quemó, tu hijo murió, tu esposo se lastimó, todas esas tragedias fueron solamente oportunidades para crecer: para crecer en entendimiento, en amor, en todas esas cosas que tenemos que aprender.
Todos hemos sido creados para vivir una muy simple, bella y maravillosa vida. Mi más grande deseo es que comiences a ver la vida de manera diferente. 
Si aceptas tu vida como algo para lo que fuiste creado, ya no volverás a cuestionar cuáles vidas son prolongadas y cuáles no.
Mi deseo es transmitir a cuanta gente sea posible un poco más de amor.
Piensa en todos los regalos costosos que regalas en Navidad, realmente dudo que sea necesario… Amor incondicional sería más apropiado.
Existen 20 millones de niños muriendo de hambre en el mundo. Piensa en toda la gente pobre…

No hay comentarios:

Publicar un comentario