EL motivo por el cual venimos a esta tierra es para perfeccionarnos, así de sencillo. Es importante tener un motivo bien claro de para qué estamos aquí, sino pasaremos por esta vida y cuando seamos ancianos nos habremos dado cuenta de que simplemente hemos perdido el tiempo.
Cada día deberíamos aprender a mejorar en alguna faceta en la que cojeamos: para unos va a ser la envidia, para otros la mala leche, el no respetar a los que tenemos más cerquita, etc. No podemos decir simplemente: yo soy así y no puedo cambiar. El esfuerzo ha de hacerse día a día y la lucha no terminará con la muerte. Pero podremos irnos con la certeza de que hemos luchado fuerte por lograr ser lo mejor que pudimos.
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