jueves, 22 de abril de 2010

CONSEJO 113. NO SEAS UNA ISLA SOLITARIA


El antídoto para el veneno del orgullo es la humildad: la humildad que nos permite darnos cuenta de que no somos una isla, de que la calidad de nuestra vida está unida a la calidad de la vida de los demás, de que lo que tiene sentido no es consumir y competir sino contribuir. No nos regimos por nuestra propia ley, y cuanto más valoremos los principios correctos y a la gente, más profunda será nuestra paz.

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