Si quieres cambiar tu vida de verdad, el mero hecho de tomar esta decisión no va a operar un milagro. La diferencia será solamente un destello de esperanza que antes no existía. Los cambios reales suceden en etapas. No esperes a levantarte la semana próxima sintiéndote diferente. Pero un día despertarás y será diferente. No porque algo mágico haya sucedido esa noche, no debido a una experiencia mística o a una revelación profunda, y tampoco porque la fortuna se haya detenido frente a tu puerta. Será porque te abriste al lento proceso del cambio real.
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