A lo largo de mi vida siempre he buscado
el lado bueno de todo lo que me ha ofrecido la vida, pero es ahora en mi madurez cuando estoy aprendiendo a hacerlo parte de mi vida. Siempre, y digo siempre, hay algo positivo incluso en lo que parece negativo. Cuando algo aparece en mi vida sea de la naturaleza que sea le busco los porqués, hago todo lo que esté en mi mano y luego lo dejo estar hasta que un día u otro viene la solución como por arte de magia. A veces no vemos la solución hasta pasado un tiempo, incluso hay cosas que parecen incomprensibles en el puzzle de la vida, que sin darnos cuenta encaja perfectamente en algo posterior. No podemos recibir respuestas a todo en el siguiente minuto en que sucede, a veces hay que esperar por muy poca paciencia que tengamos y milagrosamente la respuesta viene a ti.
Muchas veces, ante la aparición del problema, siento una callada voz que me dice que todo saldrá bien. Para muchos esa voz será la conciencia, yo la llamo Dios y me va guiando cada día. Antes me enfrentaba a la incomprensión desafiando lo que no entendía, pero poco a poco me dejo enseñar e intento sacar el "regalo" que viene después del problema.
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