Aún recuerdo como mi tía solía llamar por teléfono en casa de los vecinos porque decía que era más barato. Los vecinos la criticaban a sus espaldas, pero ella no se enteraba. Como yo sé que decirle la verdad a boca jarro iba a ser duro, le conté un chiste. Le dije, tita, existía una vecina que le dijo a su hijo: Paco vete a la vecina del quinto y le pides la Minipimer(batidora). La vecina del quinto le contestó al chico: dile a tu madre que no se la presto porque se gasta. El chico bajó y le dijo: mamá que dice la vecina del quinto que no te deja la Minipimer porque se gasta. A lo que la madre le contestó: pues entonces coge la nuestra.
Cuando le expliqué a mi tía este ejemplo en relación con el uso que ella hacía del teléfono, en vez de enfadarse comenzó a reirse y desde entonces ha quedado como un chiste entre ella y yo. Pero la verdad de todo esto es, que surtió efecto, y comenzó a utilizar su teléfono y no el de los vecinos.
La realidad de esta historia es que la mayoría de las personas no se ven los fallos, nadie se critica a sí mismo.
La crítica es inútil porque pone a la otra persona a la defensiva, y eso hace que esa persona se justifique. La crítica mal dicha es peligrosa, porque lastima, hiere el orgullo de la persona, daña su sentido de la importancia, y despierta su resentimiento.
Así que la próxima vez que quieras hacer una crítica, intenta hacerla de manera constructiva, y ya verás como sale bien.
El matrimonio no es para ti.
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*Conocí a mi esposa en la escuela secundaria cuando teníamos 15 años.
Fuimos amigos durante diez años, hasta que decidimos que ya no queríamos
ser sólo ami...
Hace 11 años
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